Soy esquiador del Cerro Catedral desde los 3 años, siempre me conecte con el esquí desde lo recreativo, pero siempre con ganas de hacer más en la montaña que solo esquiar. Hace 17 años conocí la fundación con mi papá que sufrió una discapacidad degenerativa y terminal, lo que nos abrió las puertas a disfrutar mucho sus últimos años esquiando y disfrutando la vida. Desde entonces me enamoré de la fundación y su misión, y en ella encontré un lugar para expresar el ”don” que descubrí tener en el esquí adaptado. En la fundación también encontré el canal para devolver a mi comunidad algo del bienestar que la vida me había dado a mi. Hoy soy miembro voluntario de la comisión directiva y también instructor de esquí adaptado certificado. Los desafíos que se presentan en Desafío todos los días me encantan, porque nos motivan a adaptarnos constantemente. En este adaptarnos, veo en nuestros participantes que automáticamente encuentran las herramientas y la determinación para derribar todas las barreras que nos rodean, lo que abre las puertas a un mundo de posibilidades que en lo inmediato es el esquí, pero que a largo plazo se transportan a todos los ámbitos de la vida, como una llama en el alma en busca del bienestar. Veo lo transformadora que es la experiencia no solo para nuestros participantes, sino para todos los que se acercan a la fundacion, y en eso encuentro la multiplicidad del granito de arena que me toca aportar a mi. Agradecido de ser parte y de motivar a encontrar el bienestar compartido en nuestra comunidad.